viernes, 1 de agosto de 2014

Galletas de San Valentín muy navideñas

Tal y como adelanté en el post anterior, preparé una receta para San Valentín que no me dio tiempo a terminar (aunque eso es un poco inexacto, porque preparé dos). Os enseñé un bol con cuadradito y equises:

¿Qué será, será?... en mi cabeza esto sonaba con música
Os puedo incluso acercar las galletas (para que veáis mi falta de pulso y mi estreno con unos botecitos de glasa que me cayeron por mi cumpleaños:



Bueno, vayamos dando pista a pista. El ingrediente secreto de las galletas que hace que sepan a Navidad (repetiré donde sea, incluso delante de un juez, que las galletas sabían a Navidad. Son cosas que se saben) es, redoble de tambooooores:



Es una mezcla de especias ya preparadas para galletas. Lo cierto es que muchas no las he probado antes y que puedo identificar poquitas, pero estoy bastante segura de que al menos canela, clavo, jengibre y nuez moscada lleva. Como siempre, primero elijo el sabor y luego ya veo cómo lo monto.

Para mi diseño preparé 74 cuadraditos. Es decir, sólo jugaba con 2 "de sobra". Solo tenía 2 cuadraditos por si algo se torcía.


Cosa que evidentemente sucedió. Porque andaba con prisas, la verdad. Y pensé debería cortar los cuadraditos con una regla, pero no tengo tiempo. Y hubiera sido una buena idea, básicamente porque al no ser del mismo tamaño no hacían un dibujo coherente. Pero bueno...

Primero puse la glasa rosa:


Y luego las equises verdes:






Montado en la encimera del destinatario, con más y mejor luz.




Puede que no se vea bien, pero es un corazón. Ocurrió que al señor en cuestión lo único que le interesaba eran las galletitas y lo del dibujo pues bleh... y joder lo que me había costado buscar algo que no fuera tan empalagoso dentro de la temática.

Y resulta que me encuentro en agosto escribiendo la entrada de San Valentín y oh! sorpresa! ocurre que no he guardado la receta por ninguna parte. Quiero decir, sé que es la adaptación de alguna de las que he hecho anteriormente añadiendo el ingrediente secreto de Navidad a ojo. Y a color. Y a olor. Y puede que a sabor. (No sé si lo sabéis, pero lo que más me gusta de las galletas es la masa). Y es una caquilla, porque yo quería compartir mi tardía Navidad. 

Y me temo, que una vez más, pospongo la película para otro post :(