martes, 6 de noviembre de 2012

Estandartes de mandarina y canela, mucha canela

Después del curso de galletas que hice, tenía que probar a hacer mis propias creaciones en casa. pero no tenía Royal Icing, que es la forma fácil de hacerlo, porque para la compleja y/o casera se necesitan un montón de ingredientes con los que no cuento. Pero un buen día la vi en Mami Lou (la única cupcakería de Bilbao, 100% recomendable) y me dije que tenía que ser mía. Una vez con el paquete de un kilo en mi poder, barruntando cuál iba a ser mi primer experimento, empecé a hacer lista de galletas candidatas y sobre todo de diseños. Estaba (y sigo) fascinada por unas de personajes de El mago de Oz que encontré por ahí (y prometo que un día lejano, cuando domine la técnica y tenga suficiente material, lo intentaré) y de otras muchas. Pero lo que tenía claro por una vez, es que tenía que ser algo simple, que aunque en el curso, todo fue perfecto, me conozco y siempre tiro por todo lo alto. Pues nada, a ver, diseño simple. Tenía que tener además pocos colores, que no tengo material ni técnica para mezclar tropotocientos. Y como además mi intención era llevarlas a la tradicional reunión de mosqueteros pues como que pedían un diseño un poco... especial. Uno que no hiciera que el sensible estómago de un grupo de frikis (con todo mi amor, ya que comparto aficiones) no decidiera regurgitar su contenido. Vamos, que no podía llevarles unos ositos. Dicho sea de paso, que los ositos fueron el resto de masa que salió de estos experimentos.
Y vuelta a darle vueltas, hasta que encontré por ahí un diseño hecho sobre cupcakes, ¿y si lo trasformaba en galleta? Eran los estandartes de las principales casas de Juego de Tronos. En redondo no me convencían, ¿cómo podía hacer una forma atractiva? Pues con un cortador casero diseñado en forma de pendón sobre una hoja de papel. Me imprimí los estandartes en color (para tenerlos sobre la mesa a la hora de trabajar la glasa) y me hice la forma del pendón. Con mis herramientas caseras me puse a ello y... adapté una receta básica de masa para darle mi propio toque a mandarina y canela, mucha canela.


¿Y tú de qué casa eres?
INGREDIENTES y RECETA
Ha pasado tanto tiempo que no soy capaz de recordar las proporciones de lo que usé. Pero es una masa de galletas básica a la que añadí esencia de mandarina y canela, mucha, como indica el título.
Lo que sí voy a explicaros es el proceso de forma y decoración de las galletas. No tenía un cortador que pudiera parecerse a un pendón o estandarte, así que me fabriqué uno. Quería hacer 7 galletas, 6 de las casas más importantes y la del cuervo. Para eso, dibujé mi pendón en un papel y lo recorté. 
Después, colocando mi patrón encima de la masa estirada con rodillo, y con ayuda de un cuchillo de cerámica, fui cortando la forma. Repetí el proceso 7 veces, para conseguir los siete estandartes. 
Metí las formas cortadas durante una hora a la nevera y después, las hornee siguiendo el procedimiento habitual.

La decoración de la glasa la hice otro día, de noche, a las tantas de la madrugada. Es lo que tiene que una sea nocturna... o que lo sea a veces. Con el mix de Royal Icing, fui preparando cantidades pequeñas de glasa a colorear. Cada color lo puse en su manga correspondiente. Previamente me había impreso los dibujos y a mano alzada, fui dibujando con la glasa sobre las galletas, primero los fondos y luego los dibujos. 

RESULTADO
Respecto a la canela, a la "tanta" canela. Le echaba un poco y mi pinche exigía más y más, lo que por otra parte hizo que quedara ligeramente más arenosa de lo que me hubiera gustado para trabajar, aunque de sabor muy buenas. ¿El resultado de la decoración? Pues bueno, podéis juzgar vosotros. 
Lo cierto es que me encontré con múltiples dificultades. Primero, la consistencia de la glasa. No me sale. Igual es por miedo a gastar el paquete, que mi economía precaria no se puede permitir comprar demasiado. Pero es que no conseguí la consistencia que quería, todo muy líquido. 
Luego con las mangas. Otro cristo. Justo, había comprado 6 deshechables en algún chino (y ahora mismo no recuerdo dónde, lo que es una putada), pensando en que quería un diseño de pocos colores. Como veis los colores son 4 : blanco, amarillo, rojo, e intento de negro). Porque cada color va montado en una manga diferente. Pues bueno, se me rompió una. Descubrí que con mi amalgama de boquillas, justo me había comprado dos del 01 para los dibujos de glasa, no tenía sujetaboquillas o como se llame de ese tamaño (los míos son de plástico) y toda la glasa se me salía por todos lados. Lo que me llevó a echar mano de recursos caseros, como viene siendo la técnica de "pincel por palillo". Y no es como una manga, claro.
Luego está el asunto de los colores, que telita también. Por todos los sitios se dice que el rojo y el negro de Wilton no sirven para hacer rojo y negro. Y es verdad. El rojo es más o menos rojo porque usé uno de Sugarflair (desgraciadamente no el extra red, que no lo tengo) y el que debería haber sido negro... pues es más bien morado.

La precisión es más bien escasa, por lo que ya he comentado, que con un palillo y mucha inexperiencia hacer lineas más o menos finas es un infierno. Aunque tengo que decir que me siento especialmente orgullosa del emblema de La Guardia de la Noche (el cuervo) y el de los Baratheon (el pendón amarillo). Aunque yo me comí el Martell (el escudo en forma de sol y la lanza) que tengo que seguir una tradición. Y es que estos señores para los que les hice las galletas, cada uno barre para su casa. O se come su propia galleta.

La guardia de la Noche
Los Greyjoy
Los Stark
Los Baratheon
Los Martell
Los Targaryen
Los Lannister



PELÍCULA

Sin que sirva muy de precedente, hoy no traigo una película. Digo muy, porque preveo alguna entrada en la que romperé, como hoy, la norma de dulces y cine. Digamos más bien que la promesa del blog es más bien repostería y audiovisuales. O lo será casi siempre. Pero ya me estoy liando.

Total, que hoy os traigo algo que está muy cerca del cine. Las series de televisión, y como no puede ser de otra manera, os presento "Juego de Tronos". Puede decirse, además, que la cadena que produce esta serie, la HBO, acerca aún más las series al cine, llegando a veces a superarlo. Pero las cosas con un orden. Y pensar que incluso mi padre se ha enganchado...
"Juego de Tronos" es una serie basada en un libro (o una serie de libros, "novela río" que lo llaman, aunque aún no sé qué es), y como veo que hoy me estoy liando, pues vamos a empezar por literatura, para presentarlo bien . Es el primer libro de una saga ("Canción de hielo y fuego") escrito en 1996 por George R.R. Martin. Actualmente, y aparentemente, la saga estará compuesta por 7 libros. Pero como con todo lo que rodea al señor Martin, puede que no sea así. Experto en escuchar lo que se dice por la red para tomarlo, violarlo y escribir lo que se le pone en la punta de... la nariz. Me enganché a estos libros hace mucho, cuando aún no eran populares y yo se los regalaba a mi hermano por su cumpleaños (puede que antes de envolverlos les echara un vistacillo...). A mi humilde parecer, este primer libro es el mejor de la serie, que en mi opinión (parece redundante repetir parecer, opinión... una y otra vez, pero con los fans nunca se sabe) ha ido decayendo un poquito. Este primer libro es una historia de corte e intrigas, muy bien escrito. Puñaladas por todas partes, personajes de todo menos planos (a medida que avanza la historia, comprendemos las motivaciones de los personajes y muchos nos llegan a caer bien) y que evolucionan. El libro guarda sorpresas para los no iniciados en esta saga, un desarrollo que no esperas. De hecho, cuando yo lo leí, aparté el libro durante una semana porque me enfadé con el escritor. Y sobre todo, no le cojáis cariño a ningún personaje, porque Martin es mucho Martin. Dicen por ahí, que cada vez que le preguntan cuánto falta para el próximo libro, mata a un Stark.
El caso es que, la serie es la adaptación televisiva del primer libro. Pero tengo mis dudas, porque la HBO está mucho más cerca de hacer películas de una hora que se continúan que lo que tradicionalmente entendemos por serie. Pero es que a lo mejor, tengo cierta filia por el canal. El señor Martin figura como uno de los guionistas (de hecho, lo es, mucho antes de ser escritor y eso se nota). Y aunque en la serie hay algún cambio, los debemos dar por buenos son del mismísimo creador. Si me gustaba la historia, la serie me cautivó con sus diálogos, me declaré fan después de la conversación entre el Rey Robert y Cersei, que aunque en el libro no exista, recoge y describe su espíritu.



Total, que es una serie con mucha violencia y mucho sexo (probablemente en la segunda temporada lo haya en exceso) pero con un argumento, y sobre todo, con unos personajes muy bien evolucionados, que atrapan. Y que o los odias o los amas. A veces, a la vez.  Particulamente tengo que decir, que en general me caen mal, pero me pasa con muchas series y que mi personaje preferido es Tyrion.
Ah... que con todo el lío que me he montado, ni siquiera os he contado de qué va. Pensé que lo sabríais. El señor de Invernalia, Ned Stark, debe ejecutar a un desertor de la guardia de la noche. En el viaje de vuelta, descubren 6 cachorros de lobo huargo como los que tiene su casa en el escudo, uno para cada uno de sus hijos. Mientras tanto, llega a Invernalia el rey de Westeros, Robert Baratheos con todo su séquito, para pedirle a Ned que sea La Mano del Rey, porque la anterior mano se ha muerto.
Y a partir de ahí...

Completamente recomendado. Probablemente sea una serie que tenga todo lo malo y todo lo bueno que has oído, así que dale una oportunidad.

4 comentarios:

  1. Lannister! Pero de las tuyas, me quedo con la del cuervo de la guardia de la noche, ¡es tan mono! *-*

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  2. Soy muy Lannister yo! jajajajaj y si te sirve de algo, yo ni siquiera me atrevo a hacer glasa...ajajaj Me quedo por tu blog. Un saludo enorme

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  3. Mikelats y Lyselle, ninguna sorpresa por vuestra parte... XD
    Bienvenida Patricia y encantada de tenerte por aquí.

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