martes, 19 de abril de 2016
Bolitas de masa de galleta
miércoles, 10 de julio de 2013
Bolitas de unicornio: una idea maravillosa
Se trata de Stardust, una película de fantasía basada en el libro o cómic (¿qué fue antes el huevo o la gallina?) del mismo nombre del señor Neil Gaiman. Si os gusta el mundo del cómic debéis conocer a este autor (Si al menos no has oído el nombre de "Sandman" no mereces llamarte aficionado).
martes, 3 de enero de 2012
Noche de zombies y popcakes
El pasado viernes 23 (pasado de viernes, pasado de semana, pasado de 23 y ¡pasado de año!) decidí que iba a celebrar mi cumpleaños y que no podía si no agasajar a mis invitados con mi nueva mejor obsesión. Y hacer fiestas temáticas es la nueva mejor moda. Había avisado con poco tiempo de antelación y demasiado rebuscado no iba a calar, hasta que me ofrecieron la solución. Ale, iba a ser ¡una fiesta zombie! Así, que dale al rec (sí, ese botón con el círculo rojo) y... ¡grabando!

- Una nuez de mantequilla
- Colorantes
- Rotulador negro comestible
Vamos poniendo el horno a precalentar a 180º.
Echamos el contenido del yogur en un bol y usamos el botecito para medir el resto de ingredientes. Al bol le adjuntamos los huevos con el azúcar y lo batimos todo. Tamizamos la harina con la levadura mientras seguimos revolviendo hasta que quede todo bien mezcladito.









Argumentalmente no esconde un gran secreto. Una periodista en un programa de esos de seguimiento, acompaña a unos bomberos durante la noche. Reciben una llamada de una anciana que se ha quedado encerrada en su piso, pero cuando llegan al portal (que bien podría ser tu ciudad), todos los vecinos están muy asustados. Una misión rutinaria que se acaba transformando en un infierno. Cuando la situación se desborda, descubren que las autoridades han puesto el piso en cuarentena y no pueden salir.
A partir de una premisa simple, vamos descubriendo cómo son los vecinos y las relaciones que hay entre ellos. Y zombies, muchos zombies. Aunque habría que hablar de infectados, que estos corren y bastante. No, espera, habría que hablar de... spoiler. (Actualmente tiene una segunda parte: un grupo de policías entra junto con un médico al edificio a los 15 minutos de acabar la primera parte, para controlar que todo esté bien, aunque paralelamente se cuelan en el edificio un par de personas que no deberían estar allí).
Está rodada como un falso documental, aunque desde el principio sepamos como espectador que estamos viendo una obra de ficción. Avanzamos por la película desde el punto de vista del cámara que acompaña a la periodista, a través del objetivo del aparato. Y eso permite varios juegos: los inflarrojos, el juego de cams de Rec2... Un ejercicio de metacine. Lenguaje de cámaras dentro de una obra grabada con una cámara. De hecho, esa forma de lenguaje hizo que se barajaran diferentes opciones para el título (“Bombers”, Bomberos en catalán; “Duración: 70 minutos”, con una cuenta atrás que al acabarse finalizaría la película; “Origen”, lo que hubiera sido cómico porque hace no demasiado se rodó una película americana con el mismo nombre…)
La película se rodó tan en secreto, con cámaras digitales de alta definición y móviles de última generación (que no suelen ser el material normal en un rodaje), que ni siquiera los actores sabían lo que iba a pasar en la gran mayoría de as escenas. Los sustos y las sorpresas también lo eran para ellos, asegurando así que sus reacciones son reales y realistas. Lo que supone un esfuerzo extra a la hora de grabar, porque esas escenas tenían que salir bien en la primera toma. Por otra parte, eso dejaba algo más de libertad en el guión, y cambiaron alguna cosilla en el rodaje mismo (cosa que en la mayoría de producciones suele acabar en desastre). Quizá un poco caótico sí que fue. Cuando a los vecinos se les pregunta donde vive una familia y responde cada uno una cosa diferente fue improvisado. O cuando el montador de sonido se deja un pequeño archivo de sonido olvidado en la pista (en un momento dado se oye una cabra).
En la película hay un monstruo final, siempre lo hay. En ésta se trata de la niña Medeiros, en homenaje al cantante Glenn Medeiros. Es bastante curioso, como la primera vez que vemos a la niña es a través de una fotografía de comunión, y casualmente era la de la sobrina del señor Balagueró. Después, cuando volvemos a verla, la niña es interpretada por un señor después de pasar 8 o 9 horas en maquillaje. (Mención especial para el maquillaje, que merece especialmente la pena, a pesar de que no se puede apreciar del todo debido a las cámaras). Javier Botet padece síndrome de Marfan. Es una enfermedad hereditaria que no afecta negativamente a la inteligencia, pero le hace presentar unas extremidades más largas de lo normal.
Respecto al rol en vivo, es curioso como esta película tiene tanta relación con un vivo, en el que los personajes están puestos en un espacio del que no pueden salir, cada uno con sus conflictos, sus malos rollos y simpatías con los vecinos. Que eso tiene tanto peso en la trama como lo puedan tener los zombies en sí.
Tengo que reconocer que la segunda parte no me gustó tanto, porque en los primeros 15 minutos dan la explicación de lo que ocurre. Y yo soy partidaria de sugerir, no de mostrar.
Por como acaba la segunda película, a mi me sobra la tercera parte, a punto de estrenar. Ya no es posible mantener el lenguaje que llevaban las dos primeras, el horror sale a la calle y no creo que sea posible mantener esa sensación de claustrofobia que crean las dos primeras partes, de hecho REC fur rodado entero en el 34 de la Rambla de Catalunya (Barcelona), nada de decorados. Pero ya se sabe, el humor es repetir lo mismo hasta que deje de tener gracia. Ah, no, espera, el éxito es repetir lo mismo hasta que deja de tenerlo. A mi me sobra.