martes, 17 de mayo de 2016

Velvet Bakery, Gasteiz

Esta bakery está en Vitoria-Gasteiz. La descubrí en uno de los viajes que me ha tocado hacer este año (mini-promoción del libro, CVs...). Parece ser que allá donde voy me gusta probar estas cositas, a poder ser el red velvet, que me encanta.

El sitio es precioso. En una calle céntrica, por dentro es muy amplio. Con esa decoracion vintage, cada mesita y cada rincón es diferente. La verdad es que el local es muy acogedor. 


 







Quiero hacer especial mención a las lámparas que tenían encima de la barra. Ya siento que en la foto no se vean bien, pero son utensilios de cocina: tazas, teteras, cacerolas...





La verdad es que el sitio me pareció precioso. 

En cuanto al trato, ninguna queja. En estos sitios no sé cómo se lo montan, pero siempre son especialmente atentos. Eso sí, la chica que nos atendió debía ser un poco nueva, porque había cosas que no tenía muy claras (el batido de la semana, por ejemplo); pero lo compensaba con amabilidad.

Variedades, tenían alrededor de media docena solo en cupcakes. Y cómo no... una servidora, se pidió un red velvet. ¡Qué tendrán que me llaman tanto!




Pedí también un batido de cheesecake. Y eso que acababa de comer (nada más y nada menos que en un mexicano que se merece otra reseña bastante favorable, especialmente sus tacos dorados y sus nachos, pero de este ya no recuerdo el nombre...) y estaba muy llena. Pero alguien en broma me comentó una vez que para el postre tenemos un segundo estómago. Y aunque estoy en condiciones de tener que negarlo cientficamente... creo que estoy al menos un poco de acuerdo ¿emocionalmente?¿psicológicamente?¿estomacalemnte?
El caso es que a pesar de mi llenez, pedí el pack completo.




El batido, bueno, fresquito, servido sin demasiados adornos. No fui capaz de terminármelo, pero como digo tiene más que ver con la panzada anterior.


 El red vlvet, como podéis ver sin grandes adornos, que tampoco hacen falta, ya es suficientemente bonito de por si. El color, muy rojo y muy conseguido. Y el sabor: el bizcocho era esponjoso aunque un pelín denso; y la crema de aprobar con buena nota (con forma, buen sabor, nada de mantequillazo)




Así que experiencia positiva y ya sabéis, si pasáis por Gasteiz, haced una parada por este sitio tan cuco y recomendable. Consejo: si hace bueno, pillad una de las mesas con cristalera; y con una buena compañía o un buen libro será uno de esos momentos de paz interior maravillosos.

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