En mi no demasiado abundante tiempo libre, la repostería supone un reto creativo y un pasatiempo entretenido. Y no solo el horneado. También pensar en proyectos, formas, colores y retos. El que traigo hoy se resume bajo el título "si yo fuera", un cupcake, concretamente. Como la idea es que mi coautora y quien se anime recoja el guante, se predica con el ejemplo. Así, que empiezo yo:
Si yo fuera un cupcake, sería...
MINICUPCAKES DE CHOCOLATE A LA NARANJA
Hace unos meses me compré en Alma de Cacao un sobre de cacao a la naranja, para hacer a la taza. Es uno de los sabores que más me gustan, y cuando me preguntan que cómo me gusta el chocolate, la respuesta siempre es con naranja.
Tengo que añadir que es un reto que tengo pensado desde hace mucho tiempo, pero por la razón que sea, he ido posponiéndolo y me he puesto a ordenar cualquier otra cosa. Hoy me aburría y me he puesto a hornear. La cuestión es que cuando me he puesto eran las 4 de la mañana y no contaba con todos los ingredientes necesarios. Así que, si yo fuera un cupcake, también sería un experimento veraniego de madrugada.
INGREDIENTES
Para la masa:
- 1 huevo
- 125 de harina
- 150 gr. de azúcar moreno
- 1 sobre levadura tipo Royal
- 40 ml. de aceite (ahí está parte del experimento. Recomiendo que no sea aceite de oliva, buscad uno más suave, porque si no, será difícil quitarle protagonismo, y no queremos que sepa a eso)
- 3 cucharas colmadas de cacao a la naranja.
- 200 ml. de leche semidesnatada
Hace unos meses me compré en Alma de Cacao un sobre de cacao a la naranja, para hacer a la taza. Es uno de los sabores que más me gustan, y cuando me preguntan que cómo me gusta el chocolate, la respuesta siempre es con naranja.
Tengo que añadir que es un reto que tengo pensado desde hace mucho tiempo, pero por la razón que sea, he ido posponiéndolo y me he puesto a ordenar cualquier otra cosa. Hoy me aburría y me he puesto a hornear. La cuestión es que cuando me he puesto eran las 4 de la mañana y no contaba con todos los ingredientes necesarios. Así que, si yo fuera un cupcake, también sería un experimento veraniego de madrugada.
Si yi fuera un cupcake, sería éste |
INGREDIENTES
Para la masa:
- 1 huevo
- 125 de harina
- 150 gr. de azúcar moreno
- 1 sobre levadura tipo Royal
- 40 ml. de aceite (ahí está parte del experimento. Recomiendo que no sea aceite de oliva, buscad uno más suave, porque si no, será difícil quitarle protagonismo, y no queremos que sepa a eso)
- 3 cucharas colmadas de cacao a la naranja.
- 200 ml. de leche semidesnatada
Para la buttercream:
- 175 de azúcar glas
- 70 gr. de mantequilla a temperatura ambiente (era toda la mantequilla que tenía)
- 70 gr. de queso fresco tipo Filadelphia
- zumo de media naranja
opcional:
- colorante Ivory de Wilton
RECETA
Ponemos a precalentar el horno a 180º.
En un bol, vamos a mezclar los ingredientes secos: la harina, la levadura y el cacao.
En otro recipiente, mezclaremos el azúcar moreno con el aceite y el huevo. Removeremos bien hasta que quede una masa de consistencia bastante líquida. A esto le añadiremos los ingredientes secos entremezclándolos con la leche. Si vemos que la masa queda demasiado consistente, le podemos añadir más leche. Batiremos bien hasta que se integre todo.
Rellenaremos las cápsulas. Las mías son cada una de su padre y de su padre, aunque pretendía hacer todas con las minicápsulas, pero visto que son las 5 de la mañana, me lo perdonaré.
Lo meteremos en el horno durante unos 22 minutos, hasta comprobar que estén bien hechas, pinchándolos con un palillo y cuando salga el palillo sin masa. Los dejaremos enfriar.
En un bol, batiremos con la batidora eléctrica la mantequilla a temperatura ambiente con el queso fresco. Le añadimos el zumo de naranja y batimos. Vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas y batimos, primero a velocidad baja y luego con mayor velocidad. La consistencia no quedará como en la de una buttercream normal, porque el queso le da una textura diferente.
RESULTADO
Supongo que han resultado ser muy parecidos a mi... pequeños, experimentales, difíciles de manejar y sorprendentes. Eso sí, yo soy mucho más blanca.
Tenía miedo de que el aceite de oliva matara el sabor del chocolate a la naranja, pero no. El cupcake tiraba un poco a bizcocho, pero me ha parecido algo más ligth que de costumbre. Lo que sí estaba delicioso era el chesse-buttercream. Aunque no es manejable para la decoración, lo recomiendo totalmente de sabor. Me he tenido que contener para no rebañar el bol de la buttercream, aunque eso lo han hecho otros...
Eso si, se me desparramaron todos, así que ahora tengo migajas de bizcocho para poder darle otra oportunidad a los cakepops.
Para no tener la mitad de los ingredientes, he salido bien...
- 70 gr. de mantequilla a temperatura ambiente (era toda la mantequilla que tenía)
- 70 gr. de queso fresco tipo Filadelphia
- zumo de media naranja
opcional:
- colorante Ivory de Wilton
RECETA
Ponemos a precalentar el horno a 180º.
En un bol, vamos a mezclar los ingredientes secos: la harina, la levadura y el cacao.
En otro recipiente, mezclaremos el azúcar moreno con el aceite y el huevo. Removeremos bien hasta que quede una masa de consistencia bastante líquida. A esto le añadiremos los ingredientes secos entremezclándolos con la leche. Si vemos que la masa queda demasiado consistente, le podemos añadir más leche. Batiremos bien hasta que se integre todo.
Rellenaremos las cápsulas. Las mías son cada una de su padre y de su padre, aunque pretendía hacer todas con las minicápsulas, pero visto que son las 5 de la mañana, me lo perdonaré.
Lo meteremos en el horno durante unos 22 minutos, hasta comprobar que estén bien hechas, pinchándolos con un palillo y cuando salga el palillo sin masa. Los dejaremos enfriar.
En un bol, batiremos con la batidora eléctrica la mantequilla a temperatura ambiente con el queso fresco. Le añadimos el zumo de naranja y batimos. Vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas y batimos, primero a velocidad baja y luego con mayor velocidad. La consistencia no quedará como en la de una buttercream normal, porque el queso le da una textura diferente.
RESULTADO
Prometo que yo no soy tan dulce... |
Supongo que han resultado ser muy parecidos a mi... pequeños, experimentales, difíciles de manejar y sorprendentes. Eso sí, yo soy mucho más blanca.
Tenía miedo de que el aceite de oliva matara el sabor del chocolate a la naranja, pero no. El cupcake tiraba un poco a bizcocho, pero me ha parecido algo más ligth que de costumbre. Lo que sí estaba delicioso era el chesse-buttercream. Aunque no es manejable para la decoración, lo recomiendo totalmente de sabor. Me he tenido que contener para no rebañar el bol de la buttercream, aunque eso lo han hecho otros...
Eso si, se me desparramaron todos, así que ahora tengo migajas de bizcocho para poder darle otra oportunidad a los cakepops.
Para no tener la mitad de los ingredientes, he salido bien...
Éste seré yo cuando sea mayor... |
Mis múltilpes yos |
PELÍCULA
Y si tuviera que elegir una peli... por todas esas veces que en mi infancia me ofrecían ver una peli y yo siempre elegía la misma, domingo tras domingo. Hasta que mi padre la hizo desaparecer un misterioso día. Porque probablemente fuera la primera película con la que soñé:
La sirenita
Es una película de animación de la Disney del año 1989, basado en el cuento con el mismo nombre de Hans Christian Anderson. Concretamente es el vigésimo octavo (28) largometraje de Disney. Es una historia que ya el propio Walt Disney estuvo trabajando en forma de cortometraje, pero no fue hasta que John Musker y Ron Clements la encontraron en un cajón cuando la película que hoy conocemos salió a la luz. Fue la última película de la compañía que se realizó completamente a mano, incluyendo las letras de crédito. Es una película muy conocida, con gran éxito de taquilla y crítica y aproximadamente el argumento es éste:
Ariel es una sirena diferente al resto, sueña con poder visitar el mundo de los humanos. Un día de tormenta salva al príncipe Erik de morir ahogado y se enamora de él. La sirenita hace un pacto con la bruja del mar Úrsula en el que a cambio de piernas, ella le da su voz. Tiene que conseguir que el príncipe se enamore de ella.
Como no podía ser de otra manera, La Sirenita es una película llena de curiosidades y datos variados. Los rumore-rumore cuentan que utilizaron a una jovencísima Alyssa Milano como modelo de Ariel, juzguen ustedes:
Y por lo visto, para el cabello mojado bajo el agua utilizaron las grabaciones de la astronauta Sally Ride en el espacio exterior. Además, se dice que hubo desacuerdos con el color del pelo de la sirena. Después de la película Splash, todo el mundo pensaba que las sirenas debían ser rubias, a lo que los animadores de la cinta se negaron, y al final se decidieron por el pelirrojo porque contrastaba bien con el verde de la aleta.
Disney lo hace a menudo, y aunque en una historia como la de La Sirenita parece complicado que algunos de sus personajes puedan hacer cameos o apariciones, podemos encontrarnos con varios de ellos:
-El traje de Carlotta, la sirvienta de Erik, ¿no os recuerda al de nadie?
- En esta escena Max va a atacar a Úrsula. Y como es una boda real, los invitados también tienen que ser de sangre azul. Por eso, a esta boda están invitados el Rey y el Duque de la Cenicienta:
La cinta, además de Ariel tiene, para mi otros personajes emblemáticos. El secundario gracioso, Sebastián el cangrejo, por ejemplo. Todos hemos imitado su forma de hablar tan típica. Y es que en el primer boceto que se hizo del personaje, se llamaba Clarence y en realidad era inglés: pero después de la inclusión en el proyecto de Howard Ashman (guionista) se sugirió que tuviera una personalidad tipo rastafari jamaicano, cambiando acento, aspecto... El nombre real del personaje es Horatio Thelonius Crustatious Sebastian.
Úrsula es mi villano Disney favorito. El diseño se basó en el actor drag queen Divine y pasó por varios bocetos hasta llegar a la versión final: pez león, pez araña... al final, el responsable del guión gráfico sugirió que Úrsula tenía que ser un pulpo.
La sirenita
Ariel es una sirena diferente al resto, sueña con poder visitar el mundo de los humanos. Un día de tormenta salva al príncipe Erik de morir ahogado y se enamora de él. La sirenita hace un pacto con la bruja del mar Úrsula en el que a cambio de piernas, ella le da su voz. Tiene que conseguir que el príncipe se enamore de ella.
Como no podía ser de otra manera, La Sirenita es una película llena de curiosidades y datos variados. Los rumore-rumore cuentan que utilizaron a una jovencísima Alyssa Milano como modelo de Ariel, juzguen ustedes:
Y por lo visto, para el cabello mojado bajo el agua utilizaron las grabaciones de la astronauta Sally Ride en el espacio exterior. Además, se dice que hubo desacuerdos con el color del pelo de la sirena. Después de la película Splash, todo el mundo pensaba que las sirenas debían ser rubias, a lo que los animadores de la cinta se negaron, y al final se decidieron por el pelirrojo porque contrastaba bien con el verde de la aleta.
Disney lo hace a menudo, y aunque en una historia como la de La Sirenita parece complicado que algunos de sus personajes puedan hacer cameos o apariciones, podemos encontrarnos con varios de ellos:
-El traje de Carlotta, la sirvienta de Erik, ¿no os recuerda al de nadie?
- Cuando Tritón se acerca en carroza al recital de sus hijas, entre sus súbditos podemos encontrar a Mickey, Goofy y Donald:
- En esta escena Max va a atacar a Úrsula. Y como es una boda real, los invitados también tienen que ser de sangre azul. Por eso, a esta boda están invitados el Rey y el Duque de la Cenicienta:
Pero no hacen cameos solo personajes de obras de ficción, incluso obras reales aparecen en la película. Ariel tiene una cueva donde guarda sus tesoros, entre los que podemos encontrar el cuadro "La magdalena con llama humeante" del artista del siglo XVII Georges de La Tour.
Pero no todas las escenas de La Sirenita han sido famosas por sus simpáticos cameos. Dentro de las oscuras historias sobre Disney, siempre se ha oído que muchas de sus películas contenían mensajes sexuales subliminales, aunque personalmente me parecen más terribles aquellos que tiene la historia de por sí. Porque lo que os voy a enseñar ahora no va más allá de un par de anécdotas divertidas (en contraposición a moralejas e ideas que al ser una obra de ficción pasamos por alto pensando que son inofensivas y que quedan arraigadas en nuestros cerebros.
En la primera escena que ha escandalizado a mucha gente, se ve a un sacedorte, de baja estatura que parece que tiene una erección. Es un hombre de baja estatura, vestido con ropas de obispo y que en unos pocos frames se ve como efectivamente tiene una protuberancia. Disney se justificó diciendo que es un hombre rechoncho y que la protuberancia en cuestión es una de sus rodillas que un dibujante ha colocado ahí.
La imagen es bastante confusa y no se aprecia bien, pero un accidente, ¿eh? |
La otra escena es probablemente más famosa. En la portada de VHS se puede apreciar como el castillo de los seres del mar tiene una estructura extraña, y que una de las torres es demasiado parecida a un pene. Disney y el diseñador de la cubierta siemore han insistido en que fue un accidente, resultado de las prisas de tener que entregar un trabajo. Pero... ¿dos accidentes en la misma cinta?
Estos dos "accidentes" llevaron a una mujer en Arkansas a presentar una demanda contra la Disney en el año 1995, aunque por lo visto, la retiro poco después.
Más curiosidades: se eliminó una escena del montaje final de la película donde se explica que Úrsula es en realidad la tía de Ariel.
Respecto a la película, tiene una banda sonora bastante genial, creada por Alan Menken, el que daría a la compañía muchas de sus mejores bandas sonoras. La película recibió dos Óscars por la música (mejor canción y mejor banda sonora). Y además, impulso la moda en la que los personajes de animación cantaban como parte del desarrollo de la trama.
Otra de las innovaciones de La Sirenita en el aspecto técnico fue la utilización de actores reales como material de referencia para facilitar la documentación sobre movimiento de los personajes, técnica que no debió gustar a todos los técnicos, ya que se decide que alguno dejó el proyecto por ello.
La cinta, además de Ariel tiene, para mi otros personajes emblemáticos. El secundario gracioso, Sebastián el cangrejo, por ejemplo. Todos hemos imitado su forma de hablar tan típica. Y es que en el primer boceto que se hizo del personaje, se llamaba Clarence y en realidad era inglés: pero después de la inclusión en el proyecto de Howard Ashman (guionista) se sugirió que tuviera una personalidad tipo rastafari jamaicano, cambiando acento, aspecto... El nombre real del personaje es Horatio Thelonius Crustatious Sebastian.
Úrsula es mi villano Disney favorito. El diseño se basó en el actor drag queen Divine y pasó por varios bocetos hasta llegar a la versión final: pez león, pez araña... al final, el responsable del guión gráfico sugirió que Úrsula tenía que ser un pulpo.
Y Max es como el perro que tuvimos, así que La Sirenita también se ha ganado su pequeño lugar por ello. Es un Bob Tail:
He encontrado por la red otros personajes Disney "sirenizados". Son unos pocos ejemplos, porque encontré muchos más.
Como he dicho La Sirenita está basada en un cuento de Andersen. Y es que cuando al final de la película, el rey Tritón convierte las aletas de Ariel en piernas, podemos ver como la sirenita está sentada sobre una roca, justo en la misma postura que tiene la estatua danesa de la sirenita de Copenhage a la que representa.
Pero la película aunque esté basada en el cuento, se desmarca de la de Andersen interponiendo entre ellas muchas diferencias. El cuento es muchísimo más siniestro que la adaptación de Disney. Andersen, por ejemplo, describe como la sirenita sufre un dolor inhumano cuando la cola se le fragmenta en dos, convirtiéndose en piernas. Pero la gran diferencia está en el final. Mientas que Disney nos enseñó un final bonito y pasteloso, Andersen nos contó un final en el que el príncipe rechaza a la sirenita y sus hermanas sirenas le persuaden de que lo asesine por ello, pues tras matar a Erik podrá volver con la familia que tanto la echa de menos. Pero ella, aunque cuchillo en mano, se ve incapaz de matarlo y decide suicidarse convirtiéndose en espuma de mar.
Llegando al final de la reseña no puedo dejar de comentar que "y a pesar de todo he elegido La Sirenita". Y es que ocurre que la pequeña feminazi que tengo en mi interior ve la historia (la de Disney) y se revuelve un poco. La moraleja de esta película tiene tela. Resulta que Úrsula es el menos malvado de los villanos de Disney, porque solo trata de cobrar lo que le pertenece por contrato, contrato que Ariel ha firmado voluntariamente. Así que, ante problemas legales... ¿clávale un barco en la barriga?
Pero lo que verdaderamente revuelve las tripas son algunas ideas de la película. Por ejemplo, Úrsula sugiere a Ariel que solo la querrán por su cuerpo, que la querrán más calladita. (Nivel de sulfuramiento subiendo).
Y es que todos sabemos que Disney es incapaz de no realizar una película edulcorada hasta los límites y con final feliz. Pasa ampliamente de los temas que Andersen sugiere; ¿qué hay de esa conexión entre el espíritu y el suicidio de la sirena? y se ceba en escenas "bonitas". Hasta Mulan, todas las princesas Disney eran pobrecillas mujeres bastante pasivas a la espera de que un príncipe las rescate. Mary Sues en toda regla. Símbolos de femineidad, pero entendida como concepto de obediencia, sensualidad... Esa imagen arquetípica de la que hemos luchado por escapar. En La Sirenita pasa de la obediencia al padre a la obediencia al marido. Ariel no es una mujer independiente. Son precisamente todas esas ideas de los cuentos de hadas las que más peligrosas me parecen, porque están ocultas en la historia y se puede decir que son mucho más subliminales y nocivas que las simples anécdotas de torres en forma de pene. Estas ideas han ido enraizándose en la mente de un par de generaciones de niñas: la mujer es un objeto pasivo que tiene que ser rescatado. No se trata de un feminismo gratuito, porque como he dicho, creo que Mulan cambia bastante la concepción de las princesas Disney. Aunque antes que Mulan también lo hicieron otras: Pocahontas, Esmeralda, la propia Mulan, la posterior Tiana... y es que resulta que el amigo Walt, del que todas las leyendas urbanas cuentan que congelaron para poder revivir un día, aparte de un genio (creativo y productivo) era un tanto misógino (a lo explicado aquí me remito) y xenófobo, por eso la aparición de héroes y heroínas que huyen del estereotipo WASP son bienvenidos. Bueno, de Walt Disney cuentan muchas cosas, pero ahí no me voy a meter.
Total, que teniendo claro esto; aún así la he elegido, porque marcó mi infancia. Y puede que me ponga a verla otra vez.
He encontrado por la red otros personajes Disney "sirenizados". Son unos pocos ejemplos, porque encontré muchos más.
Como he dicho La Sirenita está basada en un cuento de Andersen. Y es que cuando al final de la película, el rey Tritón convierte las aletas de Ariel en piernas, podemos ver como la sirenita está sentada sobre una roca, justo en la misma postura que tiene la estatua danesa de la sirenita de Copenhage a la que representa.
Pero la película aunque esté basada en el cuento, se desmarca de la de Andersen interponiendo entre ellas muchas diferencias. El cuento es muchísimo más siniestro que la adaptación de Disney. Andersen, por ejemplo, describe como la sirenita sufre un dolor inhumano cuando la cola se le fragmenta en dos, convirtiéndose en piernas. Pero la gran diferencia está en el final. Mientas que Disney nos enseñó un final bonito y pasteloso, Andersen nos contó un final en el que el príncipe rechaza a la sirenita y sus hermanas sirenas le persuaden de que lo asesine por ello, pues tras matar a Erik podrá volver con la familia que tanto la echa de menos. Pero ella, aunque cuchillo en mano, se ve incapaz de matarlo y decide suicidarse convirtiéndose en espuma de mar.
Llegando al final de la reseña no puedo dejar de comentar que "y a pesar de todo he elegido La Sirenita". Y es que ocurre que la pequeña feminazi que tengo en mi interior ve la historia (la de Disney) y se revuelve un poco. La moraleja de esta película tiene tela. Resulta que Úrsula es el menos malvado de los villanos de Disney, porque solo trata de cobrar lo que le pertenece por contrato, contrato que Ariel ha firmado voluntariamente. Así que, ante problemas legales... ¿clávale un barco en la barriga?
Pero lo que verdaderamente revuelve las tripas son algunas ideas de la película. Por ejemplo, Úrsula sugiere a Ariel que solo la querrán por su cuerpo, que la querrán más calladita. (Nivel de sulfuramiento subiendo).
Y es que todos sabemos que Disney es incapaz de no realizar una película edulcorada hasta los límites y con final feliz. Pasa ampliamente de los temas que Andersen sugiere; ¿qué hay de esa conexión entre el espíritu y el suicidio de la sirena? y se ceba en escenas "bonitas". Hasta Mulan, todas las princesas Disney eran pobrecillas mujeres bastante pasivas a la espera de que un príncipe las rescate. Mary Sues en toda regla. Símbolos de femineidad, pero entendida como concepto de obediencia, sensualidad... Esa imagen arquetípica de la que hemos luchado por escapar. En La Sirenita pasa de la obediencia al padre a la obediencia al marido. Ariel no es una mujer independiente. Son precisamente todas esas ideas de los cuentos de hadas las que más peligrosas me parecen, porque están ocultas en la historia y se puede decir que son mucho más subliminales y nocivas que las simples anécdotas de torres en forma de pene. Estas ideas han ido enraizándose en la mente de un par de generaciones de niñas: la mujer es un objeto pasivo que tiene que ser rescatado. No se trata de un feminismo gratuito, porque como he dicho, creo que Mulan cambia bastante la concepción de las princesas Disney. Aunque antes que Mulan también lo hicieron otras: Pocahontas, Esmeralda, la propia Mulan, la posterior Tiana... y es que resulta que el amigo Walt, del que todas las leyendas urbanas cuentan que congelaron para poder revivir un día, aparte de un genio (creativo y productivo) era un tanto misógino (a lo explicado aquí me remito) y xenófobo, por eso la aparición de héroes y heroínas que huyen del estereotipo WASP son bienvenidos. Bueno, de Walt Disney cuentan muchas cosas, pero ahí no me voy a meter.
Total, que teniendo claro esto; aún así la he elegido, porque marcó mi infancia. Y puede que me ponga a verla otra vez.
Qué ricos *-*
ResponderEliminarA mí también me encanta el chocolate a la naranja... seguro que estaban buenísimos! xD
Me ha dado por leer esta página desde hace unos días... y ahora sueño que hago bizcocho con sobres de natillas, como los cupcakes xDDD
A ver para cuándo mas cositas, y que se anime también la coautora!
¡Gracias! Pues sí, a ver si sigo actualizando, que tengo cositas en borradores. Me alegro que te guste, y algo me dice que una de las próximas entradas va a ser de tu agrado...
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